Debido a incrementos fuertes en las importaciones, después de la Segunda Guerra Mundial, se desestabilizó la balanza de pagos y el gobierno mexicano tuvo que aplicar un sistema de protección industrial enfocado a bienes de consumo. Este sistema estaba basado en cuotas de importación, así el consumidor final estaba asegurado. Además, Hacienda creó facilidades, estímulos fiscales y exenciones con la finalidad de reinvertir utilidades. La disponibilidad de divisas para realizar importaciones de capital e insumos y un sistema financiero con presencia fueron herramientas para el desarrollo. Durante 1a década de 1950, 38% de la inversión privada eran productos importados.
La restricción al comercio exterior se dio en importaciones y exportaciones. La sustitución se realizó fundamentalmente en las industrias de sustancias químicas, derivadas del petróleo, caucho y plástico; abonos y fertilizantes; productos farmacéuticos y jabón, detergentes y cosméticas. Para lograrlo fue necesario contar con un sector financiero dinámico y estimulante.
El aparato proteccionista creado en 1947 tenía la finalidad de restringir las importaciones. Conforme entraba la década de los cincuenta, el esquema fue avanzando en productos y áreas económicas. Ello llevó con el tiempo a una política explícita de industrialización basada en la sustitución de importaciones. Para que la política tuviera éxito, el gobierno estableció subsidios y creó infraestructura. El modelo fue exitoso en diez años, en parte por la necesidad de la inversión extranjera de entrar al país. Aunque fomentó la creación de oligopolios.
El proteccionismo estatal provocó calidad y precio poco competitivos, encubría ineficiencia, altas tasas de ganancia. La protección industrial no tuvo un sentido exportador que la hiciera competitiva internacionalmente y protegió la ineficiencia. El límite del abrigo había sido roto. Dada la ineficiencia, el crecimiento de la industria estaba en relación directamente proporcional al crecimiento del mercado interno, que era limitado. México mantuvo su política proteccionista, era acertado políticamente y algunos dirigentes creían que todo marchaba bien.
El crecimiento en la economía mexicana dio a la población de migrar a las grandes ciudades, tal es el caso de la Ciudad de México, donde el capital estaba concentrado en la industria, comenzó un re-ordenamiento territorial, y la creación de nuevos espacios para la población migrante que demandaba más viviendas y servicios básicos, el gobierno que a su vez era el partido hegemonico creó Unidades Habitacionales para cubrir tal demanda, en esta época la mayoría de los trabajadores asalariados eran también sindicalizados de las grandes centrales obreras como CTM, CROM, CROC, FSTSE, SEP y capital político del mismo partido.
Estas unidades Habitacionales concentraban a la clase media obrera, un caso particular donde el partido hegemónico de esa época creó una majestuosa obra de urbanismo, ubicada en el centro de la ciudad, Tlatelolco está integrada por 3 secciones 90 edificios, 10384 departamentos, 51920 habitantes aprox. 11 jardines de niños, 6 escuelas primarias, 4 escuelas secundarias, 2 clínicas del ISSSTE (una dental y otra de psiquiatría) 1 hospital del ISSSTE, 1 hospital del IMSS (urgencias y Gineco-obstetricia) 4 teatros (3 de ellos con centros sociales)
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