sábado, 6 de noviembre de 2010

The Dangerous Others de Sophie Body-Gendrot



Body-Gendrot nos explica la diferencia en las políticas públicas de Francia y Estados Unidos para erradicar el problema dela violencia urbana cada uno ataca el mismo problema de diferente forma, desde el punto de vista francés se busca el origen de la violencia urbana, mientras que en Estados Unidos se ataca el problema de forma superficial sin ver primero el porque de este.




La ventaja de estas dos corrientes sobre la mexicana es que la policía de ambos países es confiable, en resumen en Francia el método anti crimen urbano es preventivo ya que la mayor inversión en las ciudades más importantes esta en el mejoramiento de los asentamientos de clases medias, en el mejoramiento del sistema educativo y en la inclusión de los migrantes indocumentados al sistema francés por otro lado en Estados Unidos es represivo pues la marcada diferencia entre una clase social y otra es muy marcada, además de los limitados espacios urbanos, trabajos para desocupados y el incesante consumo de drogas.




Sin duda la falta de espacios públicos, la nula cultura cívica, y el respeto al otro han hecho casi imposible la convivencia no sólo en estos países, también en las grandes urbes de mundo lo que genera cualquier tipo de violencia, coincido con algunos intelectuales que el problema radica en la educación que se mama desde casa y en las escuelas, educación que arma al individuo de valores sociales para la sana convivencia con el otro y la integración de todos a la sociedad, la conciencia social es tan limitada que se han gestado nuevos fenómenos de descomposición social.




En el caso de Estados Unidos el modelo de integración social por medio de la escuela esta igual de disgregado que su población, las escuelas públicas que están en zona de latinos, cuentan con profesores que hablan español pero no se mezclan con niños asiáticos o europeos, incluso con niños estadounidenses, esto genera una segregación muy marcada por parte del Estado, como había mencionado en Fortress LA los habitantes de las ciudades negras han encarnizado feroces luchas con latinos por los espacios públicos y oportunidades de trabajo, contrariamente al caso francés que desde la escuela se integra a todos los niños de todas las nacionalidades a un sólo modelo educativo, no importando si son africanos o de otro país el modelo de integración es tal, que los mismos migrantes respetan las instituciones francesas como si estuvieran en su país de origen, esto da como resultado la disminución de la violencia urbana.






La tesis de la pobreza y la modernización: la relación entre modernización y violencia es compleja. Las sociedades más modernas son por lo general más estables y están sujetas a una menor violencia interna que las menos modernas. Es evidente que los países con altos niveles de movilización social y desarrollo económico son políticamente más estables y pacíficos. La modernización va acompañada de estabilidad. La tesis de la pobreza plantea que el atraso económico y social es el responsable de la inestabilidad, en tanto que la modernización sigue el camino contrario. Pero en rigor la modernidad si bien genera estabilidad, abre los cauces de la inestabilidad. Lo que produce desorden político no es la ausencia de modernidad, sino los esfuerzos por lograrla. Si los países pobres parecen inestables, no es porque sean pobres, sino debido a que tratan de enriquecerse. Las naciones más ricas tienden a ser más estables que las que no lo son tanto, pero las paupérrimas, aquellas que se encuentran en el peldaño más bajo de la escala económica internacional, son menos propensas a la violencia e inestabilidad que los países que están apenas por encima de ellas. Las naciones subdesarrolladas deben esperar durante algún tiempo un nivel bastante alto de desorden civil, en tanto que es muy probable que los Estados muy pobres tengan que enfrentar en las dos próximas décadas un marcado aumento, en lugar de una disminución de las manifestaciones de violencia interna. En los que están en vías de modernización, la violencia, el desorden y las manifestaciones extremistas son más frecuentes en las partes más ricas del territorio que en las más pobres. En muchos países subdesarrollados, el nivel de vida de las principales ciudades es tres o cuatro veces mejor que el de las zonas rurales, pero aquellas son a menudo centros de inestabilidad y violencia, en tanto que el campesinado se mantiene tranquilo y estable. La inestabilidad política no se produce sólo por modernización económica y social, sino en proporción directa con la magnitud de ésta. 

Movilización social e inestabilidad: La urbanización, el incremento de los índices de alfabetismo, educación y acceso a los medios de comunicación sociales crean elevadas aspiraciones y expectativas que si no son satisfechas galvanizan a individuos y grupos y los empujan a la acción política, aumentando la inestabilidad y la violencia. Se puede apreciar la paradoja: la modernidad produce estabilidad y la modernización todo lo contrario. En general, cuanto mayor es el nivel de educación de los desocupados, desubicados o insatisfechos de toda clase, más extremo es el tipo de conducta perturbadora que adoptan. Los graduados universitarios preparan revoluciones; los egresados de escuelas secundarias planean golpes; quienes recién abandonan las aulas de la escuela primaria se dedican a otras formas de desorden políticos, más frecuentes aunque menos importantes. 

Desarrollo económico e inestabilidad: La movilización social aumenta las aspiraciones. El crecimiento económico rápido: 1. Desorganiza los agrupamientos sociales tradicionales (familia, clase, casta) y aumenta el número de individuos desclasados. 2. Produce "nuevos ricos", los que se adaptan en forma imperfecta al orden existente y ambicionan un poder político y un status social equivalente a su nueva posición económica. 3. Aumenta la movilidad geográfica (campo/ciudad), lo cual produce alienación y extremismo político. 4. Aumenta la brecha entre ricos y pobres. 5. Eleva los ingresos de algunos en forma absoluta, pero no relativa, con lo cual acentúa su insatisfacción con el orden existente. 6. Exige una restricción general del consumo con el fin de promover las inversiones, y por ende provoca el descontento popular. 7. Aumenta el alfabetismo y la educación, lo cual contribuye a elevar las aspiraciones por encima de los niveles que permitirían satisfacerlas. 8. Agrava los conflictos étnicos y regionales. 9. Acrecienta la capacidad de organización de ciertos grupos y la fuerza de sus exigencias al gobierno. 

Respecto a la pobreza, hay un conservadurismo de los indigentes, tan agudo como el de los privilegiados. De esta forma la pobreza es una barrera para la inestabilidad. Aquellos a quienes sólo les preocupa su próxima comida no se inquietan demasiado por las grandes transformaciones de la sociedad. Se convierten en marginalistas y se dedican a lograr mejoras mínimas. Así como la movilización social es necesaria para proporcionar motivos de inestabilidad, también lo es cierto grado de desarrollo económico que suministra los medios de dicha inestabilidad. La relación entre ambas variables determina que a bajos niveles existe una relación positiva; a niveles medios, ninguna de importancia y a altos niveles se plantea una relación francamente negativa. 

La hipótesis de la brecha: La movilización social provoca mayor inestabilidad que el desarrollo económico. La brecha entre estas dos formas de cambio proporciona cierta medida del impacto de la modernización sobre la estabilidad política. Las aspiraciones crecen con mucha más rapidez que la capacidad de una sociedad en transición para satisfacerlas. En consecuencia se produce una amplia separación entre aspiraciones y expectativas, entre la creación de las necesidades y su satisfacción, o entre la función de las aspiraciones y la del nivel. El impacto de la modernización implica las siguientes relaciones: 

· Movilización social = Participación política 

Desarrollo económico 

· Frustración social = Frustración Social 

Oportunidades de movilidad 

· Participación política = Inestabilidad política 

Institucionalización política 

La estabilidad constitucional de América Latina es una función del desarrollo económico y la participación política. Los rápidos aumentos de ésta producen inestabilidad a menos de que vayan acompañados por las correspondientes variaciones en el nivel de bienestar económico. Los golpes de estado se desatan con más frecuencia durante los años en que empeoran las condiciones económicas, que en aquellos años señalados por aumentos en los ingresos reales per cápita. 

Desigualdad e inestabilidad: La modernización afecta de dos maneras la disparidad económica y por ende la inestabilidad política. El desarrollo aumenta la desigualdad económica al mismo tiempo que la movilidad social disminuye la legitimidad de ésta. Ambos aspectos de la modernización se combinan para producir inestabilidad política. 

1. La riqueza y la renta están distribuidas por lo general de modo más irregular en los países pobres que en los que obtuvieron un alto desarrollo económico. 2. El desarrollo económico produce a la larga una distribución de la renta más equitativa de la que existía en la sociedad tradicional. Pero a corto plazo, el impacto inmediato de ese crecimiento exacerba casi siempre la disparidad de las desigualdades económicas. Un crecimiento rápido trae aparejada con frecuencia la inflación, en la cual es típico que los precios suban con más rapidez que los salarios, con las consiguientes tendencias a una distribución más despareja de la riqueza.






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